Una verdad incómoda: las startups son empresas.
¿Te parece una obviedad? Estupendo, pero entonces procura saber qué es una empresa, porque si no te preparas para gestionar una empresa, tu startup está muerta antes de empezar.
Tuviste una gran idea; la has convertido en un proyecto fenomenal que cubrirá una necesidad de mucha gente; incluso has desarrollado un mvp, has hecho algún test de mercado y has obtenido unos resultados muy esperanzadores. Fenomenal. Si hablamos de los elementos necesarios para que tu proyecto funcione, en una escala de 1 a 10 diría que tienes aproximadamente un 1,5. Siendo optimistas, un 2.
Ya te habrán dicho que la idea no vale nada
¿Qué te falta?: la ejecución. Y para que la ejecución sea buena una de las primeras cosas que debes tener clara es trabajar tu proyecto como una empresa.
Una empresa es compleja: ventas, marketing, producto, operaciones, gestión financiera, legal, etc. son áreas que deben comenzar a desarrollarse desde el momento cero. Obviamente su complejidad será progresiva, y al inicio algunas de ellas serán fácilmente abordables, pero en cualquier caso, para cruzar el cementerio de las grandes ideas sin quedarse en él, hay que conocer el camino a seguir.